La azoospermia es la ausencia total de espermatozoides en el eyaculado. Según cuál sea la causa de esta ausencia de espermatozoides, distinguimos entre azoospermia obstructiva o secretora.
El pronóstico para conseguir el embarazo cuando hay azoospermia dependerá de cada caso. A veces es posible obtener espermatozoides mediante biopsia testicular para ser utilizados en una FIV-ICSI. Sin embargo, si no se obtiene ningún espermatozoide en la biopsia testicular, será necesario recurrir a esperma de donante para realizar el tratamiento de reproducción asistida.
¿Qué es y cómo se diagnostica la azoospermia?
La azoospermia es una alteración espermática caracterizada por la ausencia total de espermatozoides tras la eyaculación. Al no haber espermatozoides, el embarazo natural no será posible.
Aproximadamente, la azoospermia es la causa de entre el 3% y el 10% de los casos esterilidad masculina.
La azoospermia es un trastorno que no tiene síntomas perceptibles para el hombre, así que para su diagnóstico es necesario realizar un espermograma. Esta prueba consiste en recoger una muestra del eyaculado tras masturbación y con un periodo de abstinencia de 3-5 días. La muestra de semen obtenida será examinada en el laboratorio para comprobar, entre otras cosas, la concentración y movilidad de los espermatozoides.
¿Cuáles son las causas de la azoospermia?
Principalmente, existen dos motivos por el que puede no haber espermatozoides en el eyaculado:
Azoospermia secretora o no obstructiva los testículos no son capaces de producir espermatozoides. Azoospermia obstructiva se producen espermatozoides, pero no pueden ser expulsados en el eyaculado por una obstrucción en los conductos deferentes.
Para determinar el tipo de azoospermia, es necesario realizar una biopsia testicular. Otra forma de establecer el tipo de azoospermia es mediante un análisis hormonal. Si se encuentran alterados los niveles de las hormonas implicadas en la espermatogénesis, se tratará de azoospermia secretora. No obstante, este método no es tan fiable como la biopsia para saber si existen espermatozoides disponibles para realizar el tratamiento de reproducción asistida.
Azoospermia secretora
La azoospermia secretora o no obstructiva es la más severa y frecuente, y supone el 70% de los casos de azoospermia. Este tipo de azoospermia puede ser congénita (desde el nacimiento) o adquirida (por enfermedad o tratamiento con fármacos tóxicos). Sus causas más comunes son las siguientes:
Anomalías del descenso de los testículos.
Exposición a sustancias tóxicas: fármacos, radioterapia y quimioterapia.
Factores genéticos como son las alteraciones en genes relacionados con la espermatogénesis.
Alteraciones hormonales, como el hipogonadismo hiponadotropo (deficiencia de las hormonas liberadas por la hipófisis y encargadas de estimular la producción espermática en los testículos).
Problemas en los testículos: paperas, traumatismo, inflamaciones y varicocele severo.
Azoospermia obstructiva
La azoospermia obstructiva se debe a un problema en los conductos que transportan los espermatozoides desde los testículos hasta la uretra, donde se produce el eyaculado. Las causas más habituales de este tipo de trastorno son:
Ausencia de conductos deferentes, ya sea desde el nacimiento o debido a una intervención quirúrgica.
Inflamaciones o traumatismos en el testículo, epidídimo, conducto deferente o próstata.
Azoospermia y varicocele
La relación entre azoospermia y varicocele es bastante común. En concreto, el hombre sufrirá azoospermia en un 5% de los casos de varicocele. Sin embargo, el varicocele debe ser muy severo para que ocurra azoospermia.
El varicocele se define como la dilatación de las venas que forman el cordón espermático y afecta directamente a la espermatogénesis, es decir, a la producción de espermatozoides. Cuanto más severo sea la dilatación de las venas, más afectada será la producción de espermatozoides y más elevado será el riesgo de padecer azoospermia.
En pacientes azoospérmicos secretores que han corregido su varicocele mediante cirugía (varicocelectomía), se ha llegado a conseguir una recuperación del 50% del tejido testicular y la movilidad espermática en el eyaculado se recupera en un 55% de los casos.
¿Es posible la azoospermia por vasectomía?
La vasectomía es un método de esterilización masculina con el que se consigue la ausencia de espermatozoides en el eyaculado. Se trata de inducir la azoospermia obstructiva voluntariamente a través del corte de los conductos deferentes, impidiendo así el paso de los espermatozoides del testículo a la uretra.
Puesto que los conductos deferentes están bloqueados, los espermatozoides quedarán almacenados en el epidídimo y, con el tiempo, serán reabsorbidos por el propio organismo.
La vasectomía no afecta a la producción de espermatozoides, aunque es cierto que, con el paso del tiempo, es posible que el organismo disminuya la producción de espermatozoides o ésta se vea ligeramente alterada.
Comments