La inseminación artificial (IA) es una técnica de reproducción asistida sencilla y de bajo coste mediante la cual se introducen espermatozoides de forma no natural en el útero de la mujer. El objetivo es que se produzca la fecundación y conseguir el embarazo.
Se trata de un procedimiento indoloro y mucho menos invasivo que otras técnicas reproductivas como la fecundación in vitro (FIV). En función del origen de la muestra de semen utilizada
¿Qué es la inseminación artificial?
La inseminación artificial consiste en depositar en el interior del útero una muestra de semen previamente procesada.
Para llevarla a cabo, el especialista introduce una cánula en la cavidad uterina transvaginalmente y de manera ecoguiada, es decir, controlada por ecografía. Se realiza durante el periodo ovulatorio de la mujer con el objetivo de aumentar las probabilidades de éxito.
La fecundación del óvulo por parte del espermatozoide se produce en las trompas de Falopio, igual que ocurre cuando se consigue el embarazo de manera natural. Las diferencias son el modo en que los espermatozoides son introducidos en el órgano reproductor femenino y que previamente se han seleccionado los mejores espermatozoides de la muestra.
Otra diferencia importante es que, en el proceso de la IA, el momento de la ovulación de la mujer se controla mediante ecografías para hacerla coincidir con la inseminación y aumentar así la probabilidad de éxito.
Además, lo más habitual es que se le administre medicación hormonal a la paciente para estimular el crecimiento folicular, cosa que también aumenta el porcentaje de embarazo.
Por tanto, la probabilidad de embarazo es ligeramente superior a la derivada de las relaciones sexuales, aunque sigue dependiendo fundamentalmente de la capacidad fecundante del espermatozoide y la capacidad de implantación del embrión generado tras la fecundación.
El tratamiento de la IA paso a paso
A continuación, esquematizamos los pasos principales del proceso de la inseminación artificial:
Estimulación ovárica:
se administran dosis bajas de hormonas (gonadotropinas) para estimular ligeramente la producción ovárica y se hacen controles periódicos para evaluar el desarrollo folicular.
Inducción de la ovulación
cuando en un control ecográfico se observa que uno o dos folículos ováricos tienen el desarrollo óptimo (18 mm de diámetro), se desencadena la ovulación. Para ello, la paciente se administrará la inyección de hormona hCG y se programará la inseminación a las 36 horas aproximadamente.
Capacitación del semen
es el proceso de preparación de la muestra de semen para que ésta esté concentrada en espermatozoides móviles y no contenga otros tipos celulares ni plasma seminal.
Inseminación
en el momento de la ovulación, se deposita una pequeña muestra de semen (0.5 ml normalmente) en el útero de la mujer a través de una cánula. No se requiere anestesia y se lleva a cabo en la propia consulta.
Apoyo de fase lútea
se administra progesterona vía oral o vaginal para facilitar la implantación del embrión en el endometrio y, por tanto, la consecución del embarazo.
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